La Vikinga: Reeditando un clásico
Buenas Sibaritas, en nuestro nuevo post vamos a hablaros de La Vikinga, la reapertura de un clásico malagueño (Restaurante Los Vikingos), que vienen con nuevo nombre pero con sus mismos tripulantes. Y es que La Vikinga supone la vuelta del equipo formado por Marta Brinkmann en los fogones y Rafael Palomo al frente de la sala, como ya hicieron en los años 90 en su restaurante de Paseo de Sancha.Marta y Rafa trabajaron juntos en Los Vikingos allá por los finales de los años 90, heredando el local y el nombre de un clásico de los restaurantes malagueños, de los que adquirieron algunas de sus recetas más admiradas y queridas, como el magnífico gazpachuelo y su afamada hamburguesa. Marta supo hacer suyas las recetas que Antonio había ofrecido durante años en su restaurante y que tan buena fama le granjearon entre sus clientes.
De hecho, mi más tierna infancia va asociada a los sabores de ese gazpachuelo y esa hamburguesa única en nuestra ciudad, ya que mis padres solían llevarme a Los Vikingos un día a la semana. Por eso, cuando leí la buena noticia de que volvían a las andadas, no podía dejar de ir a comprobar si esos sabores seguían intactos.
La Vikinga ha virado su rumbo, y del Paseo de Sancha, se han mudado a la zona residencial de Parque Clavero, donde han ocupado un local que cuenta con una magnífica terraza que permite alargar las sobremesas de sus clientes en las noches veraniegas malagueñas y en las frescas tardes primaverales.
Su decoración es clásica y acogedora, con manteles blancos, tonos beiges y algunas alusiones a su nombre en la decoración de sus paredes (aunque eché de menos ver las máscaras de vikingos de antaño).
En cuanto a su oferta gastronómica, en La Vikinga nos ofrecen cocina mediterránea y de mercado, en la que los productos estacionales, la carne y el pescado son los reyes de la carta. Como os comentaba anteriormente, los clásicos por antonomasia de su carta lo constituyen su gazpachuelo y la hamburguesa, que Marta heredó de Antonio y supo mantener intactas.
Junto a ellos destacan entrantes como sus croquetas de espárragos y puerros, el revuelto de patatas a lo pobre con langostinos y panceta adobada, huevos fritos sobre patatas a lo pobre con boletus o un carpaccio de buey con vinagreta de pistachos, limón y parmesano, y un toque más creativo con sus rollitos de confit de pato con col y salsa satay.
Como os comentaba, sobresalen en su carta sus carnes y pescados, y debemos destacar su rodaballo con rissotto de arroz venere o la merluza sobre papardelle con salsa de calabaza y coco. Entre sus carnes podemos resaltar el solomillo de ternera con cebollitas al vino tinto y boniatos y la costilla de cerdo caramelizada con miel, soja y naranja.
A continuación os contaré como transcurrió nuestro almuerzo. Como no podía ser de otra forma pedimos media ración de su magnífico gazpachuelo, y he de decir que nada más dar la primera cucharada, el sabor que recordaba de mi infancia retornó a mi boca como si no hubiesen pasado más de 20 años de un momento al otro. Soy un rendido fan de este plato único de la gastronomía malagueña y este es sin duda uno de los mejores de la ciudad. En La Vikinga lo presentan tibio, con patatas, clara de huevo y langostinos, y está delicioso.
A continuación y como platos al centro pedimos en primer lugar los rigatones rellenos de centollo y gambas con salsa americana, que son un bocado fresco y sabroso.
Como plato a compartir también quisimos probar su exquisita ensalada de vieiras sobre patatas confitadas y pimentón de la vera. Muy recomendable esta ensalada por la combinación de sabores, texturas y temperaturas de las vieiras con la ensalada y las patatas.
Por último, no podíamos irnos de La Vikinga sin pedir otro de los clásicos de su carta, que no es otro que su famosa Hamburguesa «La Vikinga». He de decir que el sabor de ésta es maravilloso y se sirve sin pan, destacando el sabor de su carne picada, y con una cama de cebolla caramelizada y coronada por un huevo frito. Sencillez y sabor rotundo. Fue una alegría constatar que el sabor original de esta hamburguesa no se ha perdido con los años transcurridos.
Respecto a los postres, nosotros después de tremendo homenaje gastronómico solo pudimos con un refrescante sorbete de limón y cava. Si sois aficionados a los dulces, en La Vikinga podréis disfrutar una deliciosa tarta de chocolate y galletas con helado de chocolate belga o un buenísimo tiramisú.
Así que ya sabéis Sibaritas, si queréis disfrutar de cocina mediterránea, con especial dedicación a carnes, pescados y productos de temporada, así como probar uno de los mejores gazpachuelos de la ciudad, no lo dudéis: vuestro sitio es LA VIKINGA, porque han venido para quedarse!!
Hasta el próximo post sibaritas.
Puntuación: 8/10
Precio: 30 euros
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