La Casa del Perro: Mordiscos y bocados con mucho cariño
Buenas Sibaritas; estamos de vuelta y visitamos La Casa del Perro, el personal y original proyecto ideado por la pareja que forman Ana y Fede en el centro de Málaga.
La Casa del Perro es la casa de Ana y Fede, Fede y Ana, que tras más de 12 años en su local de la Calle Andrés Pérez, tuvieron que hacer las maletas y buscar nuevas opciones porque se quedaban sin sitio donde hacer disfrutar a sus fieles y habituales clientes y amigos. Para ello, lejos de desanimarse y abandonar su sueño, decidieron iniciar un proyecto de crowfunding (aquí podéis ver su proyecto y conocer más de ellos) con el que financiar su nueva Casa del Perro. El nuevo local es una antigua casa del centro de la ciudad (Calle Hernán Ruiz, 7) que han reformado y rehabilitado con cariño y que recuerda a la antigua gracias a que han podido mantener íntegro el mobiliario de su primer local. Os animamos a que entreis en el link y descubráis mas detalles sobre ellos, que no queremos contaros todos sus secretos.
Como ellos mismos dicen «lo que nos mueve es hacer y promover la comida auténtica cocinada de forma natural y personal, respetando los productos que conseguimos a través de proveedores de confianza. Esa filosofía la transmitiremos en talleres teórico-prácticos. Es fundamental para nosotros, que interioricemos la comida sana, sabrosa y cocinada con tu gusto particular, desde la confianza en el producto». Este magnífico tandem que forman Ana y Fede se transmite en su cocina y en su forma de atender y recibir a quienes acudimos a su casa a disfrutar.
Ana será quien nos reciba con simpatía, alegría, cercanía y con una sonrisa siempre en su gesto. Es de agredecer esa calidez del trato de Ana con sus clientes, ya que os aseguramos que os hará sentir como en casa desde el primer momento. Fede, por su parte, se encarga de los fogones y como a él mismo le gusta decir «lo importante es dar«, y en su caso, lo que nos da es una cocina sabrosa, saludable, sostenible y de cercanía con un toque de cariño y detalle en cada plato.
La cocina de La Casa del Perro se basa en la cocina tradicional, con base fundamental en los sabores mediterráneos y llegando a sabores de cualquier parte del mundo que les emocionen y quieran ofrecer a sus clientes. En cuantos a sus productos y proveedores, a ellos les gusta partir de la naturalidad y el respeto. Para ello cuentan con proveedores próximos y coherentes con el medioambiente para la materia prima de temporada (carne, fruta, verduras, pescado), e igualmente y de confianza para los ingredientes de despensa (arroces, aceites, pan, especias, etc.); Y, a la hora de cocinar: «buscamos el mayor aprovechamiento (menor despilfarro) y la técnica más adecuada para cada producto.»
Su carta-pizarra (los habituales sabréis a que nos referimos) cuenta con tres opciones diferenciadas: vegetariana, de pescado y de carne. Y todo ello en dos formatos diferentes, mordiscos y bocados. Los mordiscos están pensados para ser degustados como su nombre indica de un sólo bocado y permiten disfrutar de originales y sabrosas propuestas en pequeño formato. Los bocados, por el contrario, son raciones para compartir. Ambos formatos combinan a la perfeccción y nos permiten disfrutar de una más amplia experiencia gastronómica.
De su pizarra destacan; de entre sus mordiscos: la tortilla de patatas con salsa de almendra, su flamenquín con salsa roquefort, el mini hot dog, el mus de seta con langostinos o la tosta de sardina ahumada con jalapeño.
De entre sus bocados, no podemos dejar de nombrar dos de sus clásicos como el arroz negro con chipirones y gambas y sus deliciosos picnchitos de solomillo ibérico a «su manera». A ellos se unen sus magníficas croquetas caseras (de espinacas y piñones, de jamón y de bacalao), su milhoja de pavo asado con salsa tartara y verduritas o sus triángulos de pasta brick con salteado de verduras y salsa oriental.
Además, en La Casa del Perro, gracias a su inquietud y a sus ganas de sorprender y agradar los paladares de sus visitantes, ofrecen un menú diario y una serie de platos fuera de carta que harán vuestras delicias. Entre ellos destacan sobre manera dos creaciones muy de nuestra ciudad, el ajoblanco malagueño (que ha llamado la atención incluso del mediático chef Alberto Chicote) y su afamado gazpachuelo (que podréis disfrutar los viernes y fines de semana).
En cuanto a sus caldos, destaca que todos los vinos que nos ofrecen son vinos naturales, elaborados sin químicos y sin tratamientos externos y que varían en función de las cosechas de sus proveedores. Dejaos aconsejar por Ana a la hora de elegir vuestro vino porque acertará seguro y estos caldos os sorprenderán.
A continuación os contaremos como transcurrió nuestra agradable cena. Comenzamos pidiendo un mordisco por persona y finalizamos compartiendo dos bocados. Pero antes de que llegarán nuestros mordiscos, Ana y Fede tienen costumbre de ofrecer un pequeño aperitivo, que en esta ocasión consistió en una suave bichisoie de verdura que venía con una presentación personalizada y muy cariñosa.
Tras la sorpresa del aperitivo, y antes de lanzarnos a por nuestros mordiscos, no podíamos dejar de probar su afamado ajoblanco. Ahora entendemos que el gran Alberto Chicote se haya interesado por la receta de la casa (Pinchad aquí para ver la receta con Chicote) ya que podemos aseguraros que estaba exquisito. Además, somos muy fans de la cocina tradicional malagueña, y este plato es uno de esos pilares que no deben perderse en nuestras cocinas y restaurantes. No dejéis de pedirlo!!
A continuación nos dispusimos a disfrutar de los mordiscos elegidos. En esta ocasión decidimos «morder» su tortilla de patatas con salsa de almendra y el flamenquín con roquefort. La tortilla de patatas es un bocado exquisito y en el que destacan y realzan su sabor esa salsa de alemdras casera que combina magníficamente con la tortilla de patatas. El flamenquín, casero y con una fritura perfecta y crujiente y una carne sabrosa.
Una vez mordidos nuestros pequeños bocados, nos lanzamos a por dos suculentos bocados. Como habituales que somos de esta casa, no podíamos dejarnos en el tintero dos de nuestros favoritos de la carta. En primer lugar nos decantamos por su sabroso arroz negro con chipirones y gambas con alioli de azafrán. Sin duda, este arroz negro es uno de los imperdibles de La Casa del Perro y destacan el punto de cocción del arroz y lo sabroso de esa salsa con tinta de chipirones.
Por último nos despedimos de este homenaje gastronómico con otro de nuestros indispensables en cada visita a esta casa, que no es otro bocado que sus maravillosos pinchitos de solomillo ibérico. Deliciosos pinchitos de solomillo ibérico con una salsa elaborada con cariño por Fede, acompañado de un gratén de patata y que hará vuestras delicias.
Como podéis comprender, después de este homenaje no fuimos capaces de atacar alguno de sus postres, pese a que Ana insistió (prometemos guardarnos espacio en la próxima visita), pero destacan en su carta la tarta de mascarpone, la tarta de zanahoria o la tarta de limón.
No podemos hacer otra cosa que recomendaros encarecidamente que vayáis a conocer a Ana y Fede, porque en La Casa del Perro, uno es recibido con una sonrisa amable y se despide con un abrazo de agradecimiento y cariño y con el sentimiento de haber estado como en CASA.
Así que ya sabéis sibaritas, si queréis disfrutar de cocina sostenible, de cercanía, con una base mediterránea pero no ajena a cocinas del mundo y sobre todo del cariño, simpatía y cercanía de Ana y Fede y todo su equipo; vuestro lugar es LA CASA DEL PERRO.
Hasta el próximo post Sibaritas.
Puntuación: 8/10
Precio: 20/25 euros
Dirección: Calle Hernán Ruiz, 7, 29008 Málaga
Teléfono: 952 22 45 48
Horario: Cierra los lunes. Resto de días de 13 a 16 y de 20 a 23/24.
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